Como vemos el láser terapéutico tiene un amplio uso dentro de la medicina
moderna. Existe un gran número de afecciones agudas o crónicas que se
presentan en la vida cotidiana en nuestros pacientes que pueden ser tratadas
fácilmente con esta terapia, con resultados alentadores muy superiores a los
obtenidos con el uso de la terapéutica convencional. Por otra parte, la ausencia de
efectos colaterales y el ser un método inocuo, indoloro, aséptico, lo coloca en la
primera línea de tratamiento para muchas enfermedades en la práctica médica
actual.
Debido a las características de la terapia láser de baja potencia, ya presentadas
en este trabajo, y ser un método de tratamiento sencillo y de fácil aplicación,
puede ser perfectamente empleado por un personal calificado, no médico, pero
bien entrenado y que maneje todas las medidas de protección individual y para el
paciente. Este es el caso de enfermeros, psicólogos, técnicos de fisioterapia,
licenciados en cultura física, masajistas, kinesiólogos, etc.
Siguiendo todas las instrucciones antes señaladas no existe peligro alguno para la
aplicación de este tipo de terapéutica. No obstante todo el personal que va a
manipular los aparatos láser debe pasar un adiestramiento teórico-práctico en una
Institución médica.